Viajar sin seguro de viaje puede parecer una opción económica, pero pone en riesgo tu seguridad, salud y tranquilidad.
Problemas de salud inesperados: Si te enfermas o sufres un accidente mientras viajas, un seguro de viaje te garantiza cobertura médica. Sin un seguro, tendrías que pagar de tu bolsillo todos los gastos médicos, que pueden ser exorbitantes, especialmente en países con sistemas de salud privados.
Pérdida de equipaje: Si tu equipaje se pierde o se retrasa, un seguro de viaje puede ofrecerte una compensación para cubrir los costos de tus pertenencias. Sin este seguro, asumirías el costo completo de reemplazar tus artículos personales.
Cancelación de vuelos o cambios imprevistos: Los retrasos o cancelaciones de vuelos son situaciones comunes. Un seguro de viaje te protege en estos casos, cubriendo los gastos adicionales de alojamiento o transporte. Sin un seguro, podrías enfrentarte a pérdidas económicas significativas.
Emergencias en el extranjero: Si te encuentras en una situación de emergencia, como un desastre natural o un problema político en el destino, el seguro de viaje puede cubrir la evacuación o la repatriación. Sin él, estarías solo ante una situación que podría ser peligrosa y costosa.